Lección de Paco Martínez Soria-La ciudad no es para mí.
No tengo la suerte de haber nacido en ciudades tan reputadas como Madrid o Barcelona. No obstante, y tal como rezaba aquella conocida canción "Yo no maldigo mi suerte" aunque reconozco que estas capitales pueden aportar grandes valores. De hecho, grandes genios de fama mundial se han formado o criado en ellas o en otras palabras, todo lo que acontece en nuestras televisiones proviene de estas afamadas localidades.
Paco Martínez Soria La Ciudad no es para mí.
No tengo la suerte de haber nacido en ciudades tan reputadas como Madrid o Barcelona. No obstante, y tal como rezaba aquella conocida canción "Yo no maldigo mi suerte" aunque reconozco que estas capitales pueden aportar grandes valores. De hecho, grandes genios de fama mundial se han formado o criado en ellas o en otras palabras, todo lo que acontece en nuestras televisiones proviene de estas afamadas localidades.
Paco Martínez Soria La Ciudad no es para mí.
Por lo que a mi respecta, las admiro profundamente porque visitarlas es un placer e incluso puede ser una lección. Siguiendo con esta afirmación, creo fervientemente que la película "La Ciudad no es para mí" aporta mucho acerca de las diferencias entre pueblos y capitales. Puedo asegurar que me ha enseñado mas su visionado que muchas asignaturas que tuve que memorizar en el Instituto.
Paco Martínez Soria La Ciudad no es para mí
Me emocioné con muchas escenas de la misma, mi admirado Paco Martínez Soria borda el papel de una manera incontestable, está claro que estaba predestinado para interpretar a ese personaje. El actor que nació en Tarazona y vivió en Barcelona sabía perfectamente del tema que versaba la película.
Estatua de Paco Martínez Soria en su Tarazona natal.
Estatua de Paco Martínez Soria en su Tarazona natal.
¡Paco Martínez Soria en Vaya par de Gemelos!
Conozco gente que ha huido del pueblo a la ciudad alardeando de lo adelantado que se siente uno en Madrid o Barcelona por ejemplo o incluso en Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga o Zaragoza, ridiculizando a aquellos que no se atreven a salir de su pueblo porque son felices llevando una vida "primitiva" como muchos satirizan erróneamente.
Estas personas que emigraron miraban burlonamente y con desprecio a aquellos que permanecían en el lugar que generosamente les había proporcionado una identidad, cultura, esparcimiento y educación sin pedir apenas nada a cambio más que una breve visita en las fiestas patronales y Navidad, pero para ellos esto no era suficiente, necesitaban más. Solían ser mis amigos, vecinos y compañeros de clase (por no hablar de los que se van a Londres, Nueva York, Tokio, Berlín o París, éstos merecen un artículo aparte).
Tiempo después, tuve la ocasión de verles de nuevo y el cambio asustaba, habían perdido valores y habían olvidado sus orígenes y raíces, ya nada les unía a ese sitio que tan bien les había tratado. Esto es inaceptable, debemos aceptar nuestro pasado por doloroso y vergonzante que sea. Esta gente que se creía "guay" en realidad no lo era, me sentí muy mal. Sus ropas, sus peinados, su acento..., habían cambiado a peor. Incluso uno de ellos llevaba un "piercing". ¡Lo pasé fatal!
Conozco gente que ha huido del pueblo a la ciudad alardeando de lo adelantado que se siente uno en Madrid o Barcelona por ejemplo o incluso en Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga o Zaragoza, ridiculizando a aquellos que no se atreven a salir de su pueblo porque son felices llevando una vida "primitiva" como muchos satirizan erróneamente.
Estas personas que emigraron miraban burlonamente y con desprecio a aquellos que permanecían en el lugar que generosamente les había proporcionado una identidad, cultura, esparcimiento y educación sin pedir apenas nada a cambio más que una breve visita en las fiestas patronales y Navidad, pero para ellos esto no era suficiente, necesitaban más. Solían ser mis amigos, vecinos y compañeros de clase (por no hablar de los que se van a Londres, Nueva York, Tokio, Berlín o París, éstos merecen un artículo aparte).
Tiempo después, tuve la ocasión de verles de nuevo y el cambio asustaba, habían perdido valores y habían olvidado sus orígenes y raíces, ya nada les unía a ese sitio que tan bien les había tratado. Esto es inaceptable, debemos aceptar nuestro pasado por doloroso y vergonzante que sea. Esta gente que se creía "guay" en realidad no lo era, me sentí muy mal. Sus ropas, sus peinados, su acento..., habían cambiado a peor. Incluso uno de ellos llevaba un "piercing". ¡Lo pasé fatal!
Paco Martínez Soria en La Ciudad no es para mí
Hay demasiada gente que se cree superior por pertenecer a un entorno mas reconocido y nombrado por los medios de comunicación que otro desconocido, nadie es mejor que nadie y mucho menos por haber nacido en un pueblo, barriada o incluso chabola uno tiene que sentirse triste o avergonzado ¿Es que acaso no han visto "Slumdog Millionaire"?.
Salvando las distancias, afirmo rotundamente que da igual de donde vengamos, lo importante es ser feliz y si aún encima eres tan gracioso como Paco Martínez Soria y tienes parte de su carisma incluso mejor. Muchas veces, somos esclavos de lo que nos dicta la sociedad, publicidad y revistas. Hay que andarse con cuidado y analizar todo con rigor y cordura sin dejarse llevar por los escaparates y luminosos de la gran ciudad ni los vestidos y apariencias de las personas. No es oro todo lo que reluce y bien sabido es que las apariencias engañan.
Paco Martínez Soria emigra del campo a la ciudad para echarle una mano a su hijo y a su nuera cuyo proceder y juicio en la ciudad dista del que era en el campo debido a sus nuevas amigas y compañías en la alta sociedad madrileña pero ¿Cambia a mejor? Tranquilos, Paco Martínez Soria sabe como actuar en este tipo de ocasiones.
Una de las mejores escenas de la película y (¿Por qué no?) del cine español es cuando Paco Martínez Soria recuerda y desvela el monstruoso pasado de la mujer que tiene amigas de la alta burguesía que inunda nuestras ciudades ¿Qué se creía esa bribona? ¿Qué el pasado no iba a salir a relucir? ¡¡Poco conoce a Paco!!
Espero que los lectores que no la hayan visto puedan disfrutar tanto como un servidor de "La Ciudad no es para mí" no se preocupen, no la busquen en ningún sitio, ya se encargará Televisión Española de emitirla próximamente este año, el que viene, el siguiente...
Salvando las distancias, afirmo rotundamente que da igual de donde vengamos, lo importante es ser feliz y si aún encima eres tan gracioso como Paco Martínez Soria y tienes parte de su carisma incluso mejor. Muchas veces, somos esclavos de lo que nos dicta la sociedad, publicidad y revistas. Hay que andarse con cuidado y analizar todo con rigor y cordura sin dejarse llevar por los escaparates y luminosos de la gran ciudad ni los vestidos y apariencias de las personas. No es oro todo lo que reluce y bien sabido es que las apariencias engañan.
Paco Martínez Soria emigra del campo a la ciudad para echarle una mano a su hijo y a su nuera cuyo proceder y juicio en la ciudad dista del que era en el campo debido a sus nuevas amigas y compañías en la alta sociedad madrileña pero ¿Cambia a mejor? Tranquilos, Paco Martínez Soria sabe como actuar en este tipo de ocasiones.
Una de las mejores escenas de la película y (¿Por qué no?) del cine español es cuando Paco Martínez Soria recuerda y desvela el monstruoso pasado de la mujer que tiene amigas de la alta burguesía que inunda nuestras ciudades ¿Qué se creía esa bribona? ¿Qué el pasado no iba a salir a relucir? ¡¡Poco conoce a Paco!!
Espero que los lectores que no la hayan visto puedan disfrutar tanto como un servidor de "La Ciudad no es para mí" no se preocupen, no la busquen en ningún sitio, ya se encargará Televisión Española de emitirla próximamente este año, el que viene, el siguiente...
Paco Martínez Soria
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