¿Cuántas veces más tendremos que ver los goles de Maradona contra Inglaterra en el Mundial de 1986? (uno de ellos recordemos con la mano). El supuesto genial Maradona, que nunca ganó (ni jugó una final de) la Copa de Europa pero eso sí, consumió cocaína durante toda su carrera.
Hay imágenes de archivo caseras, de celebraciones, en los vestuarios, de la vida privada de Maradona o de personas relacionadas con él que dan vergüenza ajena. El objetivo del director es centrarse en los aspectos más sórdidos del personaje dando un retrato más propio de la prensa sensacionalista que de un director serio. Busca exacerbar a los más fanáticos e impactar a los que desconocen la archiconocida vida y carrera de Maradona.
Lo increíble es que este director hizo un documental de una excelsa calidad sobre la cantante Amy Winehouse pero aquí patina con imágenes impropias de un documental profesional. El final de este documental es desastroso, horrible y Diego Armando Maradona nunca debería haber colaborado con un director que retratara su carrera de esta manera.
Yo he sentido vergüenza ajena con la mayoría de la escenas de archivo que sacan a luz los momentos más bajos de la vida de Diego Armando Maradona. Maradona siempre ha estado endiosado pero este documental consigue lo contrario de lo que busca.
Vergüenza ajena